Muchos de nosotros tenemos una vida que no planeamos o nisiquiera queremos.
Vivimos donde no nos gusta, usamos un carro que odiamos porque todo le suena o mantenemos relaciones con amigos o parejas que no nos han dejado nada bueno pero ahí estamos.
Eso es porque preferimos estar en una zona de confort que asumir un riesgo. Claro, eso no implica que permanezcamos ahí felices y sin quejarnos, al contrario, la mayoría de las veces nos quejamos con cuanta persona nos presta oídos y nos ponemos en el papel de la víctima porque tenemos una vida que no queríamos pero es la que "nos tocó".
La realidad es que todos tenemos lo que nos merecemos, ni más, ni menos. Vivimos donde nos esforzamos y manejamos el carro que queremos o nos movemos en transporte porque nos da flojera buscar otras opciones.
Sí ya sé, ahorita has de estar pensando "estás loca! nadie quiere ser pobre" o "yo no elegí no poder estudiar una carrera o no poder comprar un auto cada año".
Probablemente no has dicho "deseo ser pobre y no tener ni para el camión" pero tampoco has tomado actitudes y decisiones diferentes que te lleven a tener otro estilo de vida ¿o sí?
Por eso hace unas líneas te escribía que todos tenemos lo que nos merecemos, porque tenemos lo que hemos luchado por tener o con lo que nos hemos conformado a vivir.
Seguramente tienes un trabajo que odias, pero debes llevar el sustento a tu casa, tienes colegiaturas y deudas que pagar y hay un sin número de compromisos que no pueden quedarse colgados porque tú quieras perseguir un sueño.
Entiendo todo eso, pero también creo que si sólo vas a tu trabajo sin pensar en tener otras opciones como iniciar un negocio propio o reinvertir en algo para comenzar un negocio en ventas, seguirás en ese círculo vicioso de pobreza y frustración en el que ya estás inmerso.
Es como aquella historia del perrito y el clavo, donde aquel perrito llora y llora cuando se acuesta en una esquina de la sala de su amo. Siempre se acuesta ahí y se lastima con un clavo y no hace más que llorar.
Un día llega un hombre de visita y se extraña del llanto del perrito
- ¿qué le pasa a tu perrito, está enfermo?
-No, es que siempre se acuesta ahí y justo ahí hay un clavo con el que se lastima y llora.
La visita asombrado le dice
-¿y por qué no se cambia de lugar?
-Pues porque imagino que le duele mucho como para hacerlo llorar, pero no lo suficiente como para que él se mueva de lugar y deje de lastimarse.
Así son nuestras vidas cuando decidimos victimizarnos y no hacer nada al respecto para mejorarlas, pensando "podría vender, pero siento que eso no es para mi" ó "no estudie una carrera para vender por catálogo", o "si quisiera tener mi propio negocio pero no cuento con capital para ponerlo".
Yo creo que muy pocas personas en el mundo entero comienzan un negocio con capital propio, generalmente se arriesgan tomando créditos o pidiendo prestamos personales a familiares y amigos.
Pero también existe la hermosa opción de hacer una red de mercadeo, y eso implica, en muchos casos, una inversión pequeña de tiempo y de dinero y que puede ir creciendo a la par de tus necesidades. Si requieres información de como podrías iniciar en una hoy mismo dejame tus datos y te asesoraré con gusto.
Te recomiendo que analices tu vida, y si no te gusta lo que hay en ella comiences a cambiar de mentalidad para que transformes todo lo que hay en ella. Es muy fácil traer el clavito en la cola y hasta puedes aprender a vivir con el dolor, pero también puedes tener un dolor pequeño y momentáneo cuando te saquen el clavo y ser feliz para siempre.
Recuerda que el único arquitecto de su propia vida eres tú y no estás predestinado a vivir de una u otra forma. Todo lo has hecho tú y tu esfuerzo o tu decidía.
Gracias por leer y compartir, porque si para ti esta información es valioza, para alguien más puede ser un salvavidas.
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